La Edad es Fisiológica

Definitivamente, pienso que la edad es fisiológica, va mucho más allá que la cuestión de actitud o las ayudas dermatológicas y esteticistas. La edad es un proceso en el que el cuerpo pierde la capacidad de realizar funciones con la misma efectividad. Sino, que lo digan las canas, las arrugas, los exámenes, los conteos de hormonas y tantos indicadores, que el tiempo pasa porque pasa. Al mismo tiempo, estoy convencida que la edad no debe interferir en las decisiones diarias de mantenerse activo. Es decir, una cosa es saber que uno no tenga las mismas capacidades de cuando tenía 20, otra cosa es decirse: "ya qué, deje así..." y echarse a las petacas.

La Adaptación y el Crecimiento Personal

La mayoría de las personas, no entenderían un estilo de vida o nivel de entreno al que uno está habituado. Para el común denominador, "uno se da durísimo". Lo que puedo decir, es que todo se debe a un proceso de adaptación, un proceso de crecimiento, de aumento de auto confianza, de mejorar capacidades, pulir habilidades, conocerse, leerse, entenderse, dedicarse, comprometerse... Un proceso en el que poco a poco se avanza, estirando esa cauchera gracias a todos esos elementos que componen ese plan de entreno o mejor, esos hábitos de vida.

Hoy puedo hacer muchas más cosas que no hacía en mis veintes. Claro, porque tampoco lo había intentado. Hoy no me comparo con las mujeres de 20, hoy me admiro y me respeto como una de 40 y pico que nunca ha subestimado sus capacidades y las desafía todos los días, conociendo y reconociendo la importancia de mantener la vitalidad, la salud, el poder agacharse a amarrarse los zapatos, o recoger las llaves del carro que se cayeron al piso. Porque eso pasa.

La Inevitable Realidad

¿Será bueno? ¿Será malo? No lo sé. Desde mi experiencia, lo hago porque lo disfruto, porque me hace falta, porque siempre me siento mejor después de haberlo hecho (aún cuando hay días difíciles), porque todos los días me quiero sorprender ante algún nuevo logro o tras haber descubierto algo y sentirme viva. Sé que a cualquier edad, también tendré la decisión de seguir, o de parar... Hoy solo pido que me den la fortaleza para mantener aquel impulso.

No es importante sino vital, recibir cada año como un regalo divino, porque de hecho, cada segundo de vida es un renacer, y cada uno decide dónde quiere estar en ese momento.

Cuando tengamos claro que los procesos son con uno mismo y no contra uno mismo, entenderemos que todo esto es un esfuerzo individual, que la edad es fisiológica y avanza a paso firme con el calendario, pero que nunca debemos subestimar nuestras capacidades ni fallecer en el intento.