top of page
julyosoriohh

La pregunta del millón: ¿con o sin reloj?

Uyyyy, la pregunta del millón. Tantas teorías, tantas corrientes, tanta información, pero… y qué hago? Entre el paso, distancia, calorías, potencia, cadencia, watts, hay tanto para masticar que a veces uno cree que entiende pero en fondo se da cuenta que está lejos de hacerlo. Pero siendo sinceros, el tema es muy personal, tan personal como escoger los calzones con los que se va a correr o que va a usar el 31 de diciembre. Empecemos por entender de los pros y los contras, y al final mi conclusión de tres palabras.

Mi Historia

La Era Picapiedra Digamos que cuando corrí por primera vez, me subía en una trotadora y lo único que miraba era el tiempo, 45-60 minutos⏳. No tenía la menor idea de pasos, de distancia y mucho menos de cadencia. Ca-what? Nono, estaba lejos de entenderlo. Tenía un reloj que no tenía GPS, calculo que hablamos del año 2005 aproximadamente. Total, lo prendía cada vez que iba al gimnasio, tenía una banda que me ponía pero nunca hice nada con esa información- tampoco existían las aplicaciones y ni sé si esa información se podía bajar al computador🤷🏻‍♀️? De hecho nunca me lo pregunté.

Luego, volví a correr como en el 2012, tenía el mismo reloj que el único dato que sabía comprender era la hora. Ahora que me pongo a pensar, creo que no lo usé para mi primera carrera que fue en mayo de ese año, los 8k de La Mujer, creo que 58 mins. Nunca había competido y me creí fuerte porque estaba entrenando en Sportlab, no pues claro, uno se cree que tiene todo bajo control. Y me levanté a correr sin saber cuánto era un kilómetro, pues aunque me entregaba en cuerpo y alma en los entrenos, había corrido varias veces en la trotadora, y por las calles y rampas de Cali, nunca tuve conciencia ni noción de nada diferente del tiempo y sufrí! Y seguí corriendo e hice una que otra carrera más en la que sólo sabía el tiempo, con un reloj en el que solo veía la hora y como yo digo, muy a la maldita sea porque la verdad no tenía idea de nada.

Me presentan el GPS

Cuando retomé el entreno ya muy seriamente después de mi segundo embarazo, quise comprar uno sencillo como para guardar los entrenos. ¿Para qué? No tengo idea, pues qué le va a medir uno a un entreno personalizado de pesas🏋🏻‍♀️. ¿Las calorías? No tengo la menor idea cuántas consumo ni cuántas necesito. Para eso, gracias a Dios está Daniel (mi nutricionista), pues yo le paso la info de mis entrenos y si tengo competencia, él me pone a tono con todo, yo sólo le hago caso y al pie de la letra! Y claro!! Este tenía GPS, que me parecía un éxito (siempre es bueno para ubicarse) pero en el fondo no sabía cuándo iba a sacarle provecho😝. En todo caso seguí con mi relojito, usando la función más básica que yo misma había creado en la aplicación, mi entrenamiento: 10 minutos de calentamiento, 1:20 de entreno y 10 de cool down, como siempre muy juiciosa y metódica pero sin ningún objetivo.

Recuerdo las náuseas que me daban cuando el profe me decía: July, calienta 10 minuticos en la banda… Ughhhh, por queeeeee!! Dieeeeezzzzzz minutos? O sea eso es eternoooo! Yo qué hago diez minutos ahí moviendo ese rollo!!! Y obviamente lo hacía, sin saber cuánto había recorrido. En fin, siete meses pasaron hasta que me llegó el día de volver a competir. Eran los 7k y 15k New Balance híbrida (calle y trocha) yo me fui por los 7k, una carrera que nunca olvidaré porque creo que ni en el desierto se pasa tanta sed🥵. Sé que me demoré 45 minutos, sé que fue la carrera más horrible por lo que sentí mientras corría, y continuaba a ciegas.

Pocos días pasaron hasta que llamé a un profesor especializado para correr, mi primer profe de running. Estaba decidida, no había razón para yo estar tan fuerte y al mismo tiempo sufrir tanto mientras corría. Algo tenía que cambiar y era mi entreno, pues mi objetivo era claro: quiero correr 10kms más rápido y además quiero sentirme mejor.


Al fin le saco provecho...

Esa misma noche, el profe me manda a mi primer entreno: Juliana, hoy necesito que corras 45 minutos, vas a calentar 10 y el resto en zona verde, me mandas el entreno. Y empecé a familiarizarme con el tema de las zonas y algo nuevo para mí: el paso. Ahora los entrenos estaban enfocados en esas esas dos variables (zona y paso) y el tiempo (muchas personas pueden obsesionarse con ellos). Me metía siempre a analizar mis datos en la aplicación del celular y empecé a entender y a comprenderlo mejor. Ya podía ver el bosque.

Pasaron los meses y siempre juiciosa grabando los entrenos y analizándolos en la aplicación. Mi objetivo era hacer una correlación entre mis sensaciones corriendo con los datos que el reloj me arrojaba. Para recordarlo, empecé a subir los entrenos en Instagram, pues al ver la foto del día que corrí con los datos que me arrojaba la aplicación, podría remontarme a aquel día y comparar lo que sentí aquella vez con lo que estaba sintiendo hoy. Y así empecé a sacarle gusto y provecho.

La Nueva Era

Entonces a Juliana le da por hacer triatlón, sin nadar ❌🏊🏻‍♀️ (digamos que sí pero no😂😂) y sin haberme montado en una bicicleta de ruta🤦🏻‍♀️, mucho menos enchoclada, era mi nuevo objetivo 2020- me iba a poner el trisuit (con el COVID todo quedó en veremos). Pero para eso, tenía claro que lo que necesitaba era un equipo porque aunque uno puede entrenar por su cuenta, siempre sería mejor entrenar en grupo. Al volver a Sportlab recordé su metodología, CERO relojes, CERO monitores, CERO dependencia, CERO tecnología, FULL sensaciones. Y cómo era eso? Bueno, eso es difícil explicarlo pues hay es que vivirlo, pero se maneja un lenguaje que busca estandarizar lo que cada individuo debe sentir en cada momento del entreno.

Ahí todo cambia, no hay cifras que logren estandarizar una sensación, no hay un mismo paso para todos, y cada cual es responsable de alinear su sensación con lo que diga el profe. Las zonas? Aquí no existen, pero el profe sí te va a decir si te ve con cara de que te estás exigiendo más de la cuenta, o que si vas charlando es porque hay más para dar.

Muchas personas usan este método, llevan cualquier reloj solo para ver la hora pues siempre es importante saber la hora para llegar a tiempo a la casa, y salen no solo a maratones sino a Ironman 70.3 y 140.6, ultras y mil cosas más. Muchos dicen haber batido sus propios records simplemente sintiendo sus latidos y su respiración, pues son los que marcan la pauta de cómo nos vamos y hasta dónde podemos dar.


Bueno pero entonces qué?

Partamos de una base, todo dependen del objetivo y eligiendo un escenario en el que haya alguna intención de mejorar concluyo: que para llegar a la Nueva Era, hay que conocer un poco de lo que hay atrás, y estos son los datos, los que nos ayudan precisamente a hacer una correlación entre lo que nosotros sentimos y lo que el reloj tiene para decirnos. Cuando ya tenemos un poquito de esta sensación lo podemos soltar. La línea es muy delgada, y aunque nunca será sano obsesionarse con las cifras, seamos sinceros, todos queremos mejorar y para hacerlo siempre habrá que cuantificar. Sin duda siento que el reloj se puede soltar, usarlo mas no depender de él, llevarlo puesto para saber cuánto se entrenó, saber la hora para llegar a tiempo a la casa y para que al subir al pico de una gran montaña podamos saber qué tan alta es pues podrá ser un dato con el que tus hijos seguro se sorprenderán🤩. Porque pensándolo bien, uno puede afinar a oído una guitarra sin saberse las notas, pero de alguna manera se necesita saber al menos, cuál es la primera nota por donde se empieza- el punto de referencia. Esa es la base, tal vez... sea mejor tenerlo, o mejor que cada uno decida😉







133 visualizaciones1 comentario

Entradas Recientes

Ver todo

1 Comment


Que nota Juli! Me encantó leerte... Me sentí identificada en muchas cosas 🏃🏻‍♀️

Like
bottom of page