Cómo empecé? Bueno, la verdad hago deporte desde que tengo uso de razón. El primero fue golf ⛳️ (4 años?) luego tennis 🎾 , aunque este a nivel muy muy recreativo pues nunca logré engancharme del todo. En el golf alcancé a hacer algo de historia, pude competir pero no disfrutaba los torneos! Me daban un susto horrible entonces lo dejé también a nivel recreativo. Y en el colegio, siempre me gustaba la clase de educación física (contrario a todas mis amigas), jugaba de todo y era de las más rápidas en la pista 🏃🏻♀️. .
Al entrar a la universidad, conocí los gimnasios, pasé por varios, hasta que en el 2008 hice yoga 🧘🏻♀️ por primera vez y me encantó. Me enganché en la práctica con Julian Grijalba @julian_grijalba, luego pasé a Vive Yoga y me desconecté unos años cuando me pincé un nervio en la C7 que solo Matías @quirohassan pudo curarme sin dolor. .
Luego vino @sportlabcolombia, hasta que me casé y quede embarzada. Hice pilates y bailé con Thomas hasta 8 días antes de tener a las dos niñas 👧🏼👧🏻. Luego paré otro rato porque estaba 100% dedicada a ellas y nunca lograba estar al día en mis horas de sueño. A los 6 meses de Mia 🚼, empecé a bailar 💃, hasta que Thomas se me perdió y no me quedo más remedio que buscar otro gimnasio 🏋🏼♀️ . Encontré el @clubbodytech donde encontré mi otro profe favorito de yoga, Juan Carlos Marin @maringyoga y el @spinningcentergym donde también entreno y a veces daba clases de yoga-fit. Hace casi dos años empecé a correr 🏃🏻♀️, mi primer profesor fue Andrés Santander @santander8181 👨🏻🏫 para mejorar la técnica y estado físico. Después de Andrés empecé a correr sola, quise descubrir en mí la facultad de conocer mejor mi cuerpo, mi rendimiento, lo que más me conviene para mejorar, y así estuve unos ochos meses antes de volver a Sportlab. Digamos que la razón que me llevó nuevamente a este gimnasio es claro, la forma como Juan Felipe logra transmitir todo su conocimiento y experiencia convirtiéndolo en motivación, y porque si quería empezar a hacer triatlón, lo mejor que podría tener era un grupo para hacer los fondos los fines de semana. Me registré a la Tri de San Andrés sin haberme montado en una bicicleta de ruta, mi primera vez fue ya en un entreno en plena calle, con el grupo, enchoclada y tomando gatorade de la caramañola que estaba ahí puesta en la bici y que si la sacaba, la tenía que volver a meter (me demoré en sacarla del susto de sentir que no la iba a poder volver a meter... hasta que la sed pudo conmigo y la ley de supervivencia me ayudo a volverla a guardar).
Y aquí voy, con sed de carreras, con ganas de volver a entrenar como lo hacía antes, a la espera que todo se normalice pues seguramente en el 2020 ya nos iremos en blanco y el entreno lo mantendré por muchas razones y la principal: porque me fascina, porque me apasiona.
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Lo hago porque lo disfruto, lo comparto porque me gusta que la gente se contagie. Diría que lo que hago ahora es más visible 👀 el tema por las redes sociales, pero la verdad es que siempre he estado por aquí. La otra verdad 😝, es que ahora le dedico más tiempo, porque lo tengo y siento sus beneficios sobre mí.
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